Es que... la quiero

-Perdón.
-¿Por qué?
-Porque soy una borde, una estúpida y gilipollas a más no poder...
-Cuqui...
-No, déjame hablar a mí, por favor. Antes de ayer y ayer he estado muy seca contigo, no borde pero sí pasota. Si estuve borde, lo siento, no era mi intención. Estaba rallada y no tenía ganas de mucho, la verdad. Lo que más me duele es que sé que tú estabas igual o peor y yo no hice nada mientras tú intentabas animarme. Fui una egocéntrica hablándote solo de lo que yo tenía sin preocuparme qué era lo que te tenía mal a ti. Y... bueno, seguro que se me escapa algo por decirte pero es que no se me ocurre nada más. Simplemente que te quiero, Afri, y mucho.
Se quedaron en silencio, mirándose fijamente. Marrón tierra contra azul mar. Norte y sur. Y, sin embargo, tan iguales.
-Te quiero, An.
-Te quiero, hermana.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te pareció?

Creative Commons License
Todos los textos aquí publicados son propios y están bajo una licencia de Creative Commons. Respétalo, por favor.